Día Mundial de la Salud Mental 2015

El próximo sábado,  10 de Octubre, celebramos el Día Mundial de la Salud Mental. Esta iniciativa proviene de la Federación Mundial de la Salud Mental y se celebra en más de 100 países. En España, el lema elegido para  este año es “Ponte en mi lugar. Conecta conmigo”. Por este motivo, hoy queremos publicar un post que nos recuerde a todos la importancia de la atención a la salud mental, pero profundizando además, en el valor de ponerse en el lugar del otro.

El término empatía se ha puesto de actualidad en la vida cotidiana y cualquiera de nosotros ha escuchado hacer uso de él en diferentes contextos. Todos pedimos que sean empáticos con nosotros y creemos serlo con los demás, pero… ¿es tan fácil ser empático?, ¿realmente sabemos ponernos en la piel de los otros? Aquí, una vez más, la teoría es mucho más fácil que la práctica.

Cuando queremos empatizar con alguien siempre se incide en que reflexionemos sobre cómo actuaríamos si fuéramos esa persona o  cómo nos sentiríamos en su lugar, pero qué difícil llegar a esta situación si tenemos en cuenta la individualidad de cada uno de nosotros.  Si a esa complejidad le añadimos la estigmatización social que se vierte sobre algunas personas, resulta más fácil dirigir la mirada a otro lado.

La Salud Mental  siempre ha ido, en todas sus vertientes, de la mano de la palabra estigma y esta a su vez seguida de una falta de integración y aceptación social. Aunque hemos avanzado de forma positiva en este sentido, queda mucho trabajo por hacer. Como enfermeras especialistas en Salud Mental podemos y queremos trabajar  educando  hacia la aceptación  e integración social del usuario y mostrando a la sociedad la importancia de la especialización para ofrecer la mayor  calidad  posible en nuestros cuidados. Así pues, aprovechamos la celebración de este Día para haceros llegar a todas y todos una llamada a la reflexión.

Cuando hablamos del usuario de Salud Mental, viene a nuestra mente una imagen relacionada con aquello que el cine o la televisión nos ha transmitido, en muchas ocasiones distorsionada o adaptada al sensacionalismo.  Si en vez de seguir adelante en nuestra rutina, nos detenemos un momento y pensamos en la persona, en la familia, amigos y en todo aquello a lo que se tienen que enfrentar, quizás comencemos a empatizar con ellos. Estamos hablando de  sentir el aislamiento social junto a numerosos prejuicios; la falta de apoyos y déficit de recursos; la indecisión de verbalizar un diagnóstico por miedo a no ser aceptado  en tu vida cotidiana, lugar de estudio, de trabajo o por tu pareja; la limitación en el cumplimiento de los propios deseos o decisiones, como la maternidad/paternidad, vivienda, autonomía económica; experimentar el miedo y la desconfianza de los demás o  el  tuyo propio; o incluso sentir la inseguridad  e incomprensión de tus propias emociones y actitudes.

Así podríamos enumerar  muchas más dificultades y barreras con las que se encuentran el enfermo mental y sus allegados, pero la única manera de que podamos entenderlos  y ponernos en su piel, es acercarnos a ellos e intentar conectar con sus sentimientos. No olvidemos tampoco que, esa persona vestida de traje que nos cruzamos a diario, ese vecino tan amigable, la dependienta que nos atiende tan amablemente, nuestra jefa o nuestro mejor amigo, nuestros padres, herman
os, hijos o cualquiera de nosotros podríamos llegar a ser en algún momento usuarios de la Salud Mental. Quizás para nosotros seríamos usuarios puntuales, pero ¿y si los demás nos vieran como enfermos mentales? ¿Cómo nos sentiríamos?

Pese a todo esto, usuarios, familiares y amigos, siguen hacia delante y tratan de llevar una vida lo más normalizada posible.  Pensemos en ello y reflexionemos para poder empatizar, escuchar, sentir, respetar, tolerar y conectar con sus sentimientos.

NOTA: el próximo 7 de octubre la ANESM organiza en Madrid el XI Encuentro «Enfermeras de salud mental: empatizando con las familias». Tenéis más info aquí